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Marcella Woud, Alexandre Heeren, Lorika Shkreli, Thomas Meyer, Leonie Egeri, Jan Christopher Cwik, Armin Zlomuzica, Henrik Kessler, Jürgen Margraf

• Intrusive re-experiencing is a hallmark symptom of posttraumatic Stress Disorder (PTSD). According to prominent models of intrusive phenomena, intrusive memories may result from impairments in the efficiency of working memory capacity (WMC), more specifically proactive interference control. Yet, experimental research is scarce. Therefore, the present study aimed to investigate experimentally the role of proactive interference control in intrusive memories. We randomly assigned 57 healthy participants to either receive a high interference control training or a low interference control training. Participants were then exposed to highly distressing film clips. WMC was assessed before and after the training. Intrusion symptoms were assessed directly post-training and after one week using an Intrusion Provocation Task (IPT), a one-week intrusions diary, and the retrospective intrusion subscale of the Impact of Event Sale – Revised (IES-R). Results indicated that both groups reported improvements in WMC and fewer intrusions on the second IPT post-training, with no differences between groups. Similarly, no group differences on intrusions were found at one-week follow-up (i.e., intrusion diary and IES-R). To conclude, these data are not consistent with the hypothesis that WMC plays a role in intrusive re-experiencing. Implications for future research are discussed.
• (TEPT). De acuerdo con los prominentes modelos de fenómenos intrusivos, las memorias intrusivas pueden resultar en deterioros en la eficiencia de la capacidad de memoria de trabajo (CMT), más específicamente del control proactivo de interferencias. Sin embargo, la investigación experimental a este respecto es escasa. Por lo tanto, el presente estudio tuvo como objetivo investigar experimentalmente el papel del control proactivo de interferencias en las memorias intrusivas. Asignamos aleatoriamente 57 participantes sanos a recibir, ya sea, un entrenamiento de control de alta interferencia o un entrenamiento de control de baja interferencia. Luego, los participantes fueron expuestos a videoclips de películas altamente angustiantes. La CMT fue evaluada antes y después del entrenamiento. Los síntomas de intrusión se evaluaron directamente después del entrenamiento y después de una semana utilizando una Tarea de Provocación de Intrusión (IPT), registro diario de intrusiones (por una semana), y la subescala de intrusión retrospectiva de la Escala del Impacto del Evento - Revisada (IES-R). Los resultados indicaron que ambos grupos experimentaron mejoras en la CMT y reducción de intrusiones en la segunda IPT posterior al entrenamiento, sin diferencias entre los grupos. De manera similar, no se encontraron diferencias de grupo en las intrusiones en el seguimiento de una semana (es decir, en el diario de intrusiones y la IES-R). Para concluir, estos datos no son consistentes con la hipótesis de que la CMT desempeña un papel en la re-experiencia intrusiva. Se discuten las implicaciones para futuras investigaciones.